Os contamos los motivos que nos llevaron a idear y crear La lectura del grimorio
Hoy nos apetece perder un poquito la seriedad para hablaros de todo lo que hay detrás de nuestro club de lectura online, La lectura del grimorio. ¿Cómo surgió la idea? ¿Por qué decidimos hacerla? y ¿qué tipos de historias pensamos que encajan?
Ya comentamos por Twitter hace tiempo que nuestra intención era arropar a las autoras de nuestro entorno, además de ofrecer alternativas a lectores que no podían permitirse comprar libros con asiduidad. Esa fue la versión resumida para las redes sociales. Pero hay mucho más detrás y hoy estamos sensibles, queremos abrirnos un poquito.
Lo más importante es que Akelarre ediciones no nace de combustión espontánea (bueno, un poco sí). Las personas que están detrás de Akelarre llevan años moviéndose como lectoras y como autoras en España. Han tenido buenas y malas experiencias, saben lo que les gustaría esperar por parte de una microeditorial independiente y lo que no. Conocen la crueldad del capitalismo en las librerías y editoriales grandes.
Pero sobre todo, llevan años escribiendo. Nos divierte escribir. Sigue siendo un hobby para nosotras. Sentarnos a crear historias es un plan que hacemos por placer, no por trabajo. No tenemos deadlines, no escribimos con la esperanza de crear algo que encaje en ningún sitio. Escribimos porque nos relaja, porque nos gusta tanto como cualquier plan en la calle.
También sabemos que escribir es solitario. Y que muchas veces escribimos para que nos lean. Eso nos lleva inevitablemente al tema de la publicación. De las editoriales. ¿Publicación tradicional, autopublicación, publicación online? Un día empiezas a escribir por diversión y otro te llega una cantidad abrumadora de información. Tanta que no sabes ni por dónde empezar. ¡Pero si nosotras solo queríamos pasárnoslo bien y compartir nuestro interés!
Pequeñas niñas de verano… Muy pocas afortunadas son las que terminan viendo sus historias en papel. Muchas menos las que forman una carrera de ello (y con esto no queremos decir ni que se gane dinero con ello, sino que pueda acceder a publicar en más ocasiones). Pero a veces es que escribimos cosas que no tienen por qué estar destinadas a ser publicadas de forma tradicional. A veces solo escribimos para que nos lean y ya está. Así de sencillo.
¿Cuántas historias se quedan por el camino porque no encajan en el modelo comercial que buscan las editoriales? Por temática, por extensión, por el lugar de residencia de sus autores. Puede que nacieran solo para hacernos pasar un buen viaje. Pero quizás se merezcan ser leídas. Esto ocurre sobre todo con los relatos. Le prestamos poca atención a los cuentos y relatos. No funcionan tan bien en el mercado y lo entendemos. No creemos que eso signifique que no puedan tener su hueco.
Además, los relatos son una forma muy amena de conocer autores y decidir si nos gusta su estilo y queremos seguir leyendo más cosas o no.
La lectura del grimorio es un espacio donde compartir esas historias que no se merecen quedarse en el cajón. Esos relatos que hemos subido a plataformas de lectura, a Lektu, a Wattpad, a nuestro blog o nuestra Newsletter. Que son tan válidos como cualquier otro, pero no tenemos ni idea de qué salida darles. Porque solo somos escritoras. No somos editoras, ni correctoras, ni mucho menos expertas en marketing. Abrumador, como ya hemos dicho.
Nosotras pensamos: ahí fuera hay muchísimas historias compartidas de forma altruista por sus autores solo con el objetivo de ser leídas. Y a la vez también hay un montón de lectores que están deseando leer cosas pero no se pueden permitir comprarse un libro de veinte euros. Algo falla cuando las lectoras tienen que acudir a la piratería y a las autoras les cuesta tanto darse a conocer.
Lo que falla, o eso creemos nosotras, es la conexión. Y no vamos a solucionar nada, ni remotamente. Pero sí podemos intentar conectar autoras con lectoras dentro del contexto y con nuestros recursos.
Por otro lado, a nosotras nos ha pasado: que la vida cotidiana nos absorbe. Nos hace olvidar que nos gusta escribir, que nos gusta leer y que nos gusta compartir nuestro hobby con otras autoras y lectoras. Por eso queremos reunirnos en un directo. Para reservar una hora (¡solo una!) de nuestra vida en la que podamos hablar de lo que nos gusta. Obligarnos a tener tiempo libre y disfrutar de nuestras aficiones, así es.
También creamos un espacio de encuentro y de intercambio de ideas. En uno de nuestros directos Lucía ZigZag contaba que ella construía sus historias uniendo diferentes notas del móvil. En las notas apunta cosas que le llaman la atención. De cualquier cosa. Cuando pasan los días, las semanas, los meses, tiene suficientes notas como para probar a hacer una historia que aúne todo lo que últimamente le ha interesado. Ana Julia Guardia, la conductora de ese directo se quedó con la idea y unos días después se puso a escribir una novela nueva usando la técnica de Lucía. Hubo conexión.
Minerva Devesa y Marina Golondrina se conocieron como autoras en La lectura del grimorio. Tras leer Minerva el relato de Marina para presentarla, decidió ponerse a escribir historias nuevas que Marina presentará próximamente. Hemos conseguido sacudir un poco el gris de la rutina adulta para que surja creatividad. En Instagram nos llegó un mensaje de una chica comentando que gracias a nuestros relatos se entretenía en el transporte público y sentía que volvía a tener hábito de lectura.
La lectura del grimorio es un proyecto más de Akelarre ediciones donde no buscamos editar, no buscamos ganar nada más que mantener viva la llama del akelarre. Fomentar la conexión en un entorno hostil, inseguro y solitario. También una casa temporal para historias que no nacieron con la intención de llegar a una librería y ser quemadas tres meses más tarde.
Sí. Las editoriales grandes queman ejemplares no vendidos.
Ese relato que escribiste en una noche solo por diversión y no sabes qué hacer con él pero tampoco guardarlo para siempre en un cajón; esa novela que ya no es inédita pero la editorial cerró; esa historia que no encaja en ningún lugar por los motivos que sean. Esa creación que no tiene más pretensión que la de ser leída sin más pero no por ello se merece que la olviden en un mar algorítmico de cualquier plataforma. Esas son los tipos de historias que buscamos en nuestro club de lectura.
¡Además, si está en un lugar enlazado a una editorial lo podéis añadir a vuestro CV literario para que quede más bonito!
El mundo de la publicación es solitario, estresante, inseguro. Muchas veces la desconfianza se impone al compañerismo y entendemos los motivos. El ambiente es hostil, el consumismo instantáneo de novedades de género que esté de moda crea una burbuja ansiosa que nos empuja a leer sin casi reposar. Somos conscientes del contexto. Por eso nos apetecía no quedarnos de brazos cruzados y aportar.
Sentimos (y esto es autoimpuesto, lo sabemos) que como editoras no podemos escapar del capitalismo que nos rodea. Tenemos que jugar con sus reglas nos guste o no si queremos sobrevivir. Pero también nos vemos con la responsabilidad de, a cambio, ofrecer, dentro de lo que está en nuestra mano, alternativas en las que se pueda respirar un poco de tranquilidad, de compañerismo. Tratar de crear un espacio, siempre con su base online porque es lo más accesible para todes, en el que acompañarnos y poder respirar. Disfrutar.