Laura Regincós i Casas (L’Empordà, Girona) resume su biografía en «nací, vi, sigo por aquí»; si le pides que lo amplíe, dirá que prefiere un tiro en la rodilla. Cuando está de buen humor se enrolla un poco y te cuenta que es de un pueblo, que su invento favorito es la anestesia. Estudió Historia porque le interesaba un cúmulo inabarcable de historias. Ha logrado coexistir entre el descubrimiento y la inspiración. Entre sus manías se encuentra escribir siempre con una taza de té sobre la mesa y leer sentada sobre un olivo.